Virrey del Pino sigue siendo inexpugnable para los Maristas

Uno de los problemas que tenemos cuando vemos rugby local es compararlo conciente o inconcientemente con lo que vemos semana tras semana por TV. El rugby internacional nos confunde y nos coloca en una situación en donde pretendemos que nuestros equipos y jugadores locales tengan un desempeño y unas destrezas similares o superiores a la de los equipos europeos. Es así entonces cuando comienzan las críticas sin darnos cuenta que nuestros jugadores están a años luz de aquellos iconos internacionales que muchas veces nos deslumbran por la televisión.

Es cierto que allí vemos a un Pato Albacete formidable, a Fernandez Lobbe comiéndose a los chicos crudos, a Felipe Contepomi manejando junto a Wilkinson a quien seguramente será el Campeón francés, al Bocha Ledesma inoxidable en el primer nivel, y así algunos otros pocos argentinos más, que son de hecho, jugadores inalcanzables para el rugby doméstico de la Argentina.

Tengamos bien en claro que los jugadores internacionales que semanalmente vemos por TV son profesionales del rugby que se entrenan en doble turno y viven para, por y del rugby, con un estructura alrededor de ellos que nada tienen que envidiarle a los deportes de alto rendimiento superprofesionales. Es por ello injusto entonces que pretendamos que nuestro club y nuestros jugadores tengan el ritmo, el entrenamiento, el rendimiento, la coordinación y las destrezas de aquellos.

Cuando vimos el desempeño de los Pampas XV integrado por los PLADARES, inmediatamente pensamos que estos chicos iban a hacer una diferencia abismal en el rugby local y evidentemente, salvo la excepción de Rodriguez Gurruchaga en Atlético del Rosario, nada de eso ha ocurrido en estas dos fechas. Los Pladares son y fueron jugadores con dedicación exclusiva pero evidentemente muy lejos están (por ahora) del nivel profesional de elite que se necesita para el rugby internacional.

Esta introducción que parece no tener nada que ver con el partido de ayer entre Belgrano y San Luis, en realidad si la tiene, y ello porque cuando uno escucha los comentarios y las exigencias de los espectadores se da cuenta que pretenden que sus equipos y por ende sus jugadores tengan un desempeño casi perfecto y no se le acepta ningún tipo de error.

Para no ir tan lejos, ello me ocurrió a mí el sábado pasado cuando comenté que una de las diferencias notorias del partido que perdimos contra La Plata estuvo en la utilización por parte de los canarios de los siete cambios permitidos, mientras que Belgrano apenas utilizó dos. Y allí yo debo reconocer que me dejé llevar por el profesionalismo que vemos en la TV, ya que no es lógico ni justo que en un rugby amateur y en un club como Belgrano se pretenda tener fuera de la cancha jugadores frescos para rematar un partido, cuando esos chicos se entrenan toda la semana para jugar 80 minutos y no apenas 15 o 20 por una cuestión táctica y resultadista.

Dentro de este contexto, comentaré el partido de ayer frente a San Luis de la Plata, en donde ganamos ajustadamente por 20 a 16.

Se trataba de un partido complicado en donde el Marrón venía de una derrota y los Maristas de una buena victoria, además con la reaparición de su jugador estrella Agustín Creevy, quien se destacó en la Vodacom Cup en el equipo de los Pampas XV.

El partido arrancó sin grandes emociones hasta que se abrió el marcador con un try de Javier Alianelli quien rompió la línea de ventaja y terminó debajo de los palos luego de ganar Belgrano un line en las 25 yardas y que el Negro Rosati y los centros del BAC le hicieran un hueco a Javier para penetrar por el centro de la defensa de San Luis (7–0).

Siguió el partido con errores de ambos lados en donde los equipos se prestaban la pelota y se pateaba mucho al fondo, ¿opciones de try?, ninguna. Los lines eran parejos y San Luis complicada al marrón en los scrums.

Sin embargo San Luis se acercó con un penal y puso el partido 7 a 3. Ya terminando el primer tiempo los Maristas tuvieron la posibilidad de pasar al frente mediante un penal bastante factible pero la pelota desviada que ya había entrado al ingoal se le cayó a un jugador de Belgrano cometiendo Knock on. Scrum 5, pick and go, Try de San Luis. Fin del primer tiempo 8 a 7 para los Maristas. Increíble.

En el segundo tiempo el partido seguía siendo cerrado hasta que a los 17 minutos Belgrano logró quebrar nuevamente el ingoal visitante tras una buena jugada en donde se abrió la pelota hacia el touch del quincho y terminó con el negro Rosati zambulléndose cerca de la bandera. La conversión de Tomás puso el partido 14 a 8.

San Luis comenzó a presionar a Belgrano y complicaba con cada salida de mitad de cancha en donde siempre recuperaba la pelota, y 3 minutos más tarde logró llegar al ingoal nuevamente con un pick and go. La conversión no era complicada pero el sol en contra molestaba al pateador y la pelota pegó en el palo quedando entonces Belgrano adelante por 14 a 13, sin embargo rápidamente el Marrón con un drop espectacular del Negro Rosati puso el partido 17 a 13, los Maristas se vinieron al humo y se acercaron con un penal (17-16) y faltando 5 minutos, otra vez San Luis estuvo cerca de quebrar el ingoal con sus forwards, pero la defensa del marrón fue monolítica y efectiva. Llegamos así al minuto 38 cuando San Luis cometió un penal cerca de sus 40 yardas y casi en el centro de la cancha y con Belgrano ganando por un punto, allí había que tomar una decisión, ir al line cerca de la bandera y dormir el partido los dos o tres minutos que faltaban o intentar 3 puntos pero con el riesgo de tener una salida de mitad de cancha que nos había complicado toda la tarde y con la posibilidad de que San Luis se viniera con un ataque a fondo buscando el try. Finalmente se decidió patear a los palos y el Negro Rosati metió la pelota con el último suspiro (20–16). Ahora había que bancarse la salida, y nuevamente la pelota alta, corta y al medio fue ganada por San Luis, pero por suerte no hubo que pasar ningún sofocón más y con 15 puntos del Negro Rosati terminamos ganando un partido fundamental para levantar el ánimo del equipo y posicionarnos en la lucha por la clasificación, ya que con los resultados del resto de los partidos de la Zona “C” quedó la tabla de posiciones muy pareja.

Por suerte creo haberme podido despojar del rugby francés e inglés que muchas veces nos deslumbra por TV y analizar nuestro rugby doméstico con la medida que corresponde. Ya llegará el momento de Los Pumas, Escocia y Francia, y allí si seguramente seremos más críticos y severos en nuestros comentarios, mientras tanto sigamos disfrutando de tardes de rugby soleadas y entre amigos como la de ayer.

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